
Desde el trabajo, despues de la tempestad una aparente calma que se escurre como aceite. Anodino, es la mejor definción del funcionamiento institucional. Esperábamos respuestas resolutorias, radicales. No somos más que marionetas en los hilos del poder... Qué desilusión colaborar en donde los proyectos solo son los parapetos de la funcionalidad. Todo sucumbe ante las conveniencias políticas. Es un verdadero asco. Podemos seguir generándo doctos estudios de quién jala los hilos de quién y caeremos irremediablemente en cuenta de su inutilidad teórico-práxica. somos comos los cocodrilos... figuras fatuas que nos creemos lo que somos según desde donde observamos, ignorantes de que solo somos una caricatura en papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario