Canción de despedida a JR

No veniste;
de nuevo tiemblo al escuchar tu voz en el telefono, pero,
no veniste...
Nunca he entendido de qué manera significas los encuentros. Ya no digo
¿Qué soy para tí?, por que sería tan dolorosa la respuesta que no sé si
la soportaría.
Eres, sin saberlo, la vivencia más existencial, y por lo mismo, dolorosa, desde Sartre,
que me re ubica en la relatividad del ser, en la levedad de la experiencia,
rabiosamente en el aqui y ahora que se evapora, dejándo rastros en el aire, de tu humo-aroma-aliento.
El caso es que no veniste.
Elegiste, renunciaste al tratamiento; te has condenado a padecer de nuevo la carencia de mi abrazo que te trajo aquí y yo no sé que me detiene a decirte adios sin misericordia ante tu ruego viril de acariciarte.
Ya no vengas más a venirte, abundancia de vida que semilla vengadora ha nacido en la bizarra aurora de mis riesgos.
Me ocuparé de mi, como si fuera fácil, generando remiendos que permitan cubrir las hoquedades que dejaste abiertas, con la gentil delicia del pretexto.

y que termine Luis Eduardo:

Dentro

A veces recuerdo tu imagen
desnudo en la noche vacía,
tu cuerpo sin peso se abre
y abrazo mi propia mentira.

Así me reanuda la sangre
tensando la carne dormida,
mis dedos aprietan, amantes,
un hondo compás de caricias.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.

Mi mano ahuyentó soledades
tomando tu forma precisa,
la piel que te hice en el aire
recibe un temblor de semilla.

Un quieto cansancio me esparce,
tu imagen se borra enseguida,
me llena una ausencia de hambre
y un dulce calor de saliva.