BÚSQUEDAS, ALTERNATIVAS Y DESENCUENTROS

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REFLEXIONES SOBRE DUELO, MASCULINIDAD, PATERNIDAD, PAREJA Y PUNTOS INTERMEDIOS

martes, 17 de junio de 2008

SOMOS... sin apellidos

Y se llegó el lunes, pasando aceite por la revolución de sentimientos encontrados... Lo que sucedió el sábado con AI fue un parteaguas importante en el transcurso de lo vivido, sentido, emocionado, pensado, somatizado... para ambos...

Para mí, segunda edición renovada de experiencias celestes e infernales... Y no me refiero al elemento erótico, sueltito, simple, cachondero... NO. Es todo un paquete de experiencia, de descubrimiento, de quedar atónito ante el Otro, sin nada que decir, con una certeza impactante, como una revelación. Como las míticas "llamadas" o encomiendas con las que los dioses clásicos entretenían a sus héroes...

Llamados que requieren decisión y voluntad para seguirlos, so pena de terminar en el vientre de una ballena y después ser vomitado en alguna remota playa, fracasado y S O L O... esto es, sin poder se re-conocido por Otro... Sin poder re- conocerse en el Otro.

Nos tardamos tres años en crecer lo necesario para el encuentro... Ahora creceremos juntos, de alguna manera poco clara, como los acertijos que solo pueden resolverse de a poco en poco. La claridad parece iluminar solo unos cuantos pasos a la vez, como aquella tierna y sabia tortuga.: "Casiopea", de la historia de Momo, la niña que sabía escuchar, (Michael Ende), que predecía el futuro en su caparazón pero solo con 15 minutos de anticipación...

El sábado en la noche nos despedimos acordando vernos el lunes por la tarde y después me reuní en familia con algunos buenos amigos bugas con los que coincidimos en el canto; la fiesta se prolongó hasta las 7 de la mañana, sin embargo, aunque no estuvo presente, alumbró mi celebración. Prácticamente no pude dormir y ya para las 9 del domingo estaba despierto, fresco, aunque algo crudo. No podía parar de recordar y de anticipar las delicias del lunes... El domingo pues, celebramos el día del padre con mi hermano y su familia con esta inquietud de fondo, que me dejó estar y convivir con los demás... sin abandonarme.

La experiencia es como si un dormido tejedor de seda se hubiera visto, de repente, colocado en su mora, la indicada y no en otra, y en silencio, en la oscuridad del interior iniciara la transmutación de rastrero en volador... con tanto dolor ante el milagro de la vida que se despliega en sus alas.

Por supuesto el lunes por la mañana fue dificil... broncas en el trabajo, malos entendidos, desahogo de pendientes con mayor carga de afectos personales de las autoridades, etc. etc. etc. Pero la dificultad mayor era la espera... cuando entonces, sonó el teléfono. Era Él.

Su voz, culposa; casi ni se entendía su decir... casi a nivel de balbuceo, como una frase surgida del miedo interior que se graba de memoria a falta de capacidad de platicar, de negociar, de transigir.

No Te Puedo Ver...

"Ya me había comprometido con G a ayudarlo a estudiar y bla, bla, bla..."

El castillo de naipes se derrumbó...
Por la tarde Virgilio me invitó a pasear por mis territorios infernales...

no los conté, pero el reino inframundano abarcaba desde mi niñéz en soledad, mis adolescencia conflictuada, y así, T O D A S las crisis de mi existencia hicieron pasarela frente a mí y mi palmo de narcies.
Años hacía que no experimentaba esto... Celos por G y su consecuente razonamiento sobre el por qué ponerme límies a mí y no a él; Furia despechada, desazón, duda, manejo con pinzas cuando le llamé a su casa para pedirle una explicación más amplia, que no obtuve por supuesto.

Varios episodios de lágrimas y varios de nostalgia, varios de esperanza y varios de una toma de conciencia ciclotrónica, todo en un momento y a la vez...

Las ocho treinta de la tarde hicieron su efecto mágico... el cielo escampó...

"Si me dijeran, pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube,
barredor de tristezas,
aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza"
Silvio Rodríguez

Logré pasar la prueba... los circuitos integrados sobrevivieron la descarga... qué intensidad, qué dolor, qué claridad...
No iba a dejarlo así... teníamos que vernos y hablar (en ése orden); devolverle lo suyo y re enmarcar lo mío. Pasara lo que pasara, quería dejar en paz el asunto. Sin presionarlo, sin violentarlo, pero sin quedarme callado, mordiéndome a mí mismo en el orgullo y en los introyectos.

Después de varios intentos... marqué y escuché la voz materna en el auricular...
No lo sé... sería el efecto alucinante de la crisis que al pronunciarle mi nombre, sentí que se dulcificó su voz y le llamó con prontitud...

yo -ya te desocupaste... ( con tono de POR QUE NO me HABIAS LLAMADO)

AI -si ya... silencio

Yo - se te antoja un café? podría invitarte uno y platicar

AI - silencio..... Si, por qué no?, dónde estas...

etcétera...

Pasé por él. Recorrimos varios lugares que estaban abarrotados o cerrados, hasta que llegamos a un café muy acogedor que estaba desocupado de la parte superior... ya íbamos para arriba, cuando un mesero muy guapito nos dijo que no había servicio en esa sección. Desde media escalera le dirigí una mirada cómplice y camarada y accedió a permitirnos estar solos, arriba....

Nos sentamos en un mesa pequeña y para mi sorpresa, en vez de sentarse en un costado de la mesa, o enfrente, acercó su silla y la colocó justo a un lado mío, del mismo lado... quedando pierna con pierna... No es lo erótico, es la situación tan intensa de estar juntos en esas circunstancias.. Tenía las manos heladas y se le notaba algo nervioso, como debatiéndose entre estar y salir corriendo.

Yo tenía claro lo que quería compartir con él en ése momento y empecé a hablar... y conforme avanzaba, fue reconociendo lo que vivió durante el fin de semana, externó sus miedos, dudas e inquietudes y concluyó su alocución diciendo que me quiere y que esta situación rompe con toda la programación que él se había planteado para su vida afectiva... y sus palabras fueron un bálsamo suave y tibio, como cuando en una mañana fría, por la ventana se cuela un rayo de sol que apenas tibia la porción de piel que alumbra.

Me siento de tal forma que me es imposible describirla de momento. Lo más parecido es aquella sensación de enamoramiento adolescente que hacía mucho no me visitaba... además tendré que resolver mi relación actual...

Del café nos fuimos a un espacio más privado donde pudimos abrazarnos, besarnos y estar, simplemente estar. Ya llegará el momento de los grandes frenesís erótico lúdicos.

Es mucho lo que hay que elaborar en el interior... anoche no podía dormir continuo. Ha sucedido tanto en una semana que mañana en sesión no sé que manejaré o compartiré o trabajaré o lo que sea.

Hoy, tal vez no le vea, por la carga de trabajo... pero siento la necesidad de seguir escribiendo aquí, para mí y aquellos que me quieran acompañar en esta aventura llamada vida.

2 comentarios:

Feñizio dijo...

Ufff, que escribiste harto en estos días. Me alegro que lo del lunes resultó bien después de todo. No hay nada más desagradable que el panorama que planeas con esa persona especial no resulte, y sobre todo si es por atender a otra. Igual he pasado por lo mismo en más de una vez.
Pucha que rico, me alegro que con Al las cosas estén mas claras igual (más que con B).
Ah, que significa Buga??? Lo he leido en más de una ocación por acá y no sé que es.

UN abrazo

Anónimo dijo...

Por un momento me senti como en aquellos momentos cruciales con esas personas que significaron algo en mi vida, que hicieron latir mi corazón tan rápido ... que podian en un momento destruir mis sueños o llevarme al cielo...

Se me hizo un nudo en la garganta...

Gracias por colocarme en tu blog, pero ¿Tenias que escoger las peores fotos?
ja ja ja

Como siempre un placer pasar por acá

Datos personales

Mi foto
Torreón, Coahuila, Mexico
Buscador profesional he ido por la vida hurgando en los cestos vacíos del deseo, pretendiendo encontrar en abundancia donde solo lastres cuelgo de mi pecho... He recorrido los senderos del altruismo con el costo cargado a mi armadura, pesada lustrosa, reconocida y alabada por los ojos de quien, como yo, esconde vergonzozamente su propio buscar. Hasta hoy, hasta este día en que como milagro del andar des sosegado, nos hemos encontrado: un Otro dispuesto a compartirse, a amarse, a desplegarse, piel con vello, blanco con negro, grande con pequeño con un Yo fortalecido en el alternativo choque de las diferencias.